Reglas del Juego

Vivimos en un mundo de mierda. De eso no hay ninguna duda. No importa cuantos conejitos bebés nos pongan en las tarjetas de saludo, no importa cuan bien huela la tierra mojada en la mañana; no importa que tanto nos esforcemos para ser felices; para ver el lado bueno de la vida, el vaso medio lleno... el pasto mas verde que en la casa del lado. Las probabilidades dicen que jamás lograremos serlo, y los años que nos quedan en esta tierra los desperdiciaremos tratando...

Ya sea porque te llega la tarjeta con los conejitos justo cuando acabas de enterrar a Bugs, tu primera y última mascota, tu devoto conejo que con paciencia y esmero le enseñaste a cabecear como el gutarrista de Pantera. O porque aunque tengas el pasto mas verde de toda la cuadra te es imposible abrir los ojos y sostener una conversación de más de 10 palabras sin estornudar, porque eres absolutamente alérgico al pasto.

Me han intentado asaltar en 23 oportunidades, he participado de 14 accidentes automovilísticos, he tenido 2 TEC cerrados, me han apuñalado, golpeado, y robado otras tantas que ya no me acuerdo. He estado a punto de morir 5 veces. Y a pesar de todo esto la gente insiste en que soy un tipo con suerte. Supongo que el mero hecho de estar aquí ya es una prueba de lo que dicen... No sé si es karma, mala suerte, una maldición gitana, soy el juguete de Dios o mi vida es un reality show y todas estas cosas son recreadas.

Lo que he aprendido a raiz de esto es que si uno se rinde es peor, porque queda uno inmediatamente desocupado y la vida se vuelve mas plana de los límites soportables, que es peor que cualquier otra cosa que pudiese pasarte alguna vez. ¡Asi que Le Declaro la Guerra a todas las cosas que no me parecen aceptables! Iré poniendo aquí las cosas que me rompen los huevos, me sacan de quicio, me amargan la existencia y me ponen de PÉSIMO humor. Los invito cordialmente a indignarse junto a mi, a enfrentar con humor las desgracias de la vida y a que se tome un tecito si tiene frío.